Venganza silenciosa
Hace poco hablábamos de Eliminators con Scott Adkins. El actor es famoso en el género de las artes marciales por su colaboraciones con Isaac Florentine en la saga Invicto. Hoy no vamos a hablar de una nueva entrega de las aventuras de Boyka, sino de su director, Florentine, con su nuevo filme, Actos de venganza. Un thriller de acción protagonizado por Antonio Banderas, el malagueño parece cogerle gusto a la acción, tras participar en la tercera entrega de Los Mercenarios (la peor de la saga) y recientemente en la muy entretenida Security.
Estos Actos de venganza, sigue la estela de filmes de justicieros al estilo de Venganza con Liam Neeson, The Equalizer con Denzel Washington o incluso el primer John Wick (con perro incluido). Banderas es Frank Valera, un abogado de éxito, especializado en conseguir veredictos a su favor, gracias a su palabrería. Todo parece favorecerle hasta que su familia es asesinada. Frank cae en una profunda depresión, se escuda en las peleas ilegales, donde participa simplemente para ser apalizado.
Todo eso cambiará cuando un agente de policía le informa que su caso ha dejado de ser prioritario, entonces decide tomar cartas en el asunto. Empieza a entrenarse (atentos a ese garaje que usa como gimnasio, que tiene repleto de cochazos) y a aprender artes marciales. Hasta que una noche, al intentar ayudar a una joven que se prostituye, da con un libro, Las meditaciones de Marco Aurelio. Inspirado en ese libro, decide hacer voto de silencio hasta dar con los responsables del asesinato de su familia.
Aunque la base de la trama no es para nada original y se ha visto mil veces en otras tantas mil películas, Actos de venganza tiene pequeños detalles que intenta ser original, lo cual es de agradecer. El héroe no es ninguna máquina de matar, es más, no para de recibir palizas, ser acuchillado (en un par de ocasiones) o tiroteado. Su voto de silencio (le ayudará a agudizar su oído y que usará como en la escena inicial que tiene una pelea en una cafetería), le viene bien para justificar el uso de la voz en off durante media película y para que el protagonista de La máscara del zorro, tenga que usar su expresividad.
Isaac Florentine, no es un director para sutil, pero parece que en esta cinta intenta superarse en sus labores como director. Nos narra la película a partir de un flashback y contada en episodios citando al libro de Marco Aurelio que tan obsesionado tiene a nuestro protagonista. Se podría decir que está es de sus cintas más completas dentro de su amplía filmografía.
Banderas funciona muy bien en un papel que no es un héroe al uso, ni siquiera un justiciero (es más en la cinta no llega a matar a ninguno de sus enemigos) se ve que se ha preparado bien las escenas de acción, aquí la novedad es verlo practicar artes marciales con bastante solvencia, sin llegar a ser un Van Damme o Seagal. Del resto del reparto, rechina ver a Paz Vega (algo desmejorada la actriz sevillana) como esa enfermera que ayuda a nuestro protagonista de manera tan desinteresada. Karl Urban aparece muy brevemente y aunque es un personaje clave (que además plantea un dilema moral), se le podría haber sacado más partido del mismo. En un pequeño rol tenemos Johnathon Schaech.
Actos de venganza podría haber sido una cinta más de justicieros pero merece la pena darle un visionado por esos toques de originalidad y el trabajo de Banderas.
Todo eso cambiará cuando un agente de policía le informa que su caso ha dejado de ser prioritario, entonces decide tomar cartas en el asunto. Empieza a entrenarse (atentos a ese garaje que usa como gimnasio, que tiene repleto de cochazos) y a aprender artes marciales. Hasta que una noche, al intentar ayudar a una joven que se prostituye, da con un libro, Las meditaciones de Marco Aurelio. Inspirado en ese libro, decide hacer voto de silencio hasta dar con los responsables del asesinato de su familia.
Aunque la base de la trama no es para nada original y se ha visto mil veces en otras tantas mil películas, Actos de venganza tiene pequeños detalles que intenta ser original, lo cual es de agradecer. El héroe no es ninguna máquina de matar, es más, no para de recibir palizas, ser acuchillado (en un par de ocasiones) o tiroteado. Su voto de silencio (le ayudará a agudizar su oído y que usará como en la escena inicial que tiene una pelea en una cafetería), le viene bien para justificar el uso de la voz en off durante media película y para que el protagonista de La máscara del zorro, tenga que usar su expresividad.
Isaac Florentine, no es un director para sutil, pero parece que en esta cinta intenta superarse en sus labores como director. Nos narra la película a partir de un flashback y contada en episodios citando al libro de Marco Aurelio que tan obsesionado tiene a nuestro protagonista. Se podría decir que está es de sus cintas más completas dentro de su amplía filmografía.
Banderas funciona muy bien en un papel que no es un héroe al uso, ni siquiera un justiciero (es más en la cinta no llega a matar a ninguno de sus enemigos) se ve que se ha preparado bien las escenas de acción, aquí la novedad es verlo practicar artes marciales con bastante solvencia, sin llegar a ser un Van Damme o Seagal. Del resto del reparto, rechina ver a Paz Vega (algo desmejorada la actriz sevillana) como esa enfermera que ayuda a nuestro protagonista de manera tan desinteresada. Karl Urban aparece muy brevemente y aunque es un personaje clave (que además plantea un dilema moral), se le podría haber sacado más partido del mismo. En un pequeño rol tenemos Johnathon Schaech.
Actos de venganza podría haber sido una cinta más de justicieros pero merece la pena darle un visionado por esos toques de originalidad y el trabajo de Banderas.
Curiosidades
El director del filme, Isaac Florentine, realiza un cameo como el instructor de artes marciales de Antonio Banderas.
Robert Forster (Jackie Brown, Delta Force) hace un cameo como el suegro de Banderas.
El filme se rodó en Bulgaria, en los estudios en los estudios Nu Boyana, de la Millenium films.
El título original de la cinta era Las meditaciones, en referencia al libro de Marco Aurelio.
La película esta dedicada a la madre del director, que falleció durante el rodaje.
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