MATONES DE MEDIO PELO
Taran Killam es un cómico que viene del famoso programa Saturday Night Live, como no, ha dado el salto al cine. Lo hemos podido ver en cintas como 12 años de esclavitud o la secuela de Niños grandes. Ahora debuta en la dirección (además de escribir el guión) con Asesinos internacionales, una comedia de acción filmada como si se tratara de un falso documental como sucediera con la reciente Popstar: Never Stop Never Stopping.
Dentro del mundo de los asesinos a sueldo, el misterioso Gunther es el indiscutible número 1. Blake es un matón que quiere acabar con él, para ello reúne a un variopinto grupo de colegas de profesión (donde hay un especialista en explosivos, unos hermanos rusos con unos métodos poco sutiles o incluso su arma secreta, un octogenario que fue el mentor de Blake entre otros) para su cometido. Por sino fuera suficiente con esto, decide secuestrar a un grupo de cineastas para que los filmen. Blake y su equipo terminaran en evidencia una y otra vez por parte de Gunther.
Estos Asesinos internacionales tienen un tono jocoso, que en muchas ocasiones roza la parodia, dejando de lado por completo el menor atisbo de seriedad. En ocasiones da la sensación que estamos ante un episodio del Coyete y el correcaminos pero con actores de carne y hueso. Basta con ver las muertes absurdas de los componentes del grupo de Blake, para darnos cuenta que no estamos viendo una cinta de acción al uso. Citar el momento en el que es asesinado el especialista en venenos por una serpiente o la celebración del equipo en un karaoke cuando piensan que por fin han acabado con Gunther.
En el plano de la acción, es donde se le ven más las costuras a la cinta. Vemos que no ha tenido un presupuesto abultado (tampoco es que le hiciera falta). Nos encontramos con la odiosa sangre digital de turno, si acaso habría que destacar aquel momento donde una bomba en un coche no estalla y empiezan a explotar el resto de coches de la calle donde se encuentran nuestros protagonistas. Pero que nadie se espere algo del estilo John Wick o Baby Driver.
Dentro de lo negativo, no gusta para nada que nos vendan el filme como si estuviera protagonizado por Schwarzenegger (la película gana muchos enteros cuando el protagonista de El último gran héroe hace acto de presencia) cuando solo aparece en el último tercio, además el estilo de falso documental es un formato más que trillado y la premisa original daba para más.
De su reparto, Killam hace de un tipo torpe, que creé que sabe mucho del tema. Caso aparte para Arnold, consciente que a pesar de los años, sigue teniendo su carisma y sabe reírse de sí mismo (atento a esas pintas tan hortera con la que aparece o cuando aparece ridículamente disfrazado). Del resto del elenco de actores, la más conocida es la televisiva Cobie Smulder, que interpreta a la ex de Blake y conoce la identidad de Gunther.
Estos asesinos no te mataran de risa, pero serán capaces de tenerte 90 minutos entretenidos.
Curiosidades
Taran Killam y Cobbie Smulder coincidieron en un par de episodios de Como conocí a vuestra madre. Además de ser matrimonio en la vida real.
Al final del filme aparece el mensaje "Gunther will return in "The Gunther Who Loved Me" (if this movie makes any money)". Su traducción sería "Gunther regresará en "El Gunther que me amo" (si esta película hace algo de dinero)" todo un guiño a los filmes de James Bond.
En los diálogos de Arnold Schwarzenegger se han incluido frases celebres de otras películas suyas como Perseguido, Depredador o Terminator.
Para poder hacer este filme, Taran Killam dejó el programa Saturday Night Live.
Es la tercera vez en su carrera que Schwarzenegger interpreta a un villano, después del primer Terminator y Batman y Robin.
La actriz Tatiana Maslany (Promesas del este) fue considerada para participar en el proyecto.
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